sábado, 28 de abril de 2012

So please, don't catch me.

Primero, hola. Son casi las 11 de la noche en Rosario y ya casi debe estar terminando el concierto de Demi Lovato. Lo único que puedo decir es que pasó todo muy rápido. Hace 2 meses más o menos cuando me enteré que Demi venía a Argentina me decía a mi mismo la misma frase siempre: 'qué buenoooo, me gustaría ir, aunque no me gusta tanto como Miley' Siempre decía exactamente lo mismo, Florencia Berón de mi vecindario puede testificarlo. Pasaron los días y mi amiga recién mencionada que es ultra fan de ella, me pidió si podía ir con ella a su concierto, porque o si no, no la dejaban ir. Ella sabía que no me gustaba mucho, pero igual me insistió por semanas. Yo siempre le decía la frase que recién mencioné, más la frase como: 'es que no sé, no sé si da. Aparte no tengo la plata'. A mitad de marzo, Flor, me hizo hacer algo que jamás voy a olvidar. Me obligó básicamente a que escuche sus cd's, aunque ya los había escuchado a todos, incluso a su último: Unbroken. Me cambió la vida. Escuché sus cd's y me enamoré completamente de ella. No como Miley Cyrus, pero empecé a amarla. Fue en ése entonces cuando me puse la meta (porque me di cuenta que gracias a escuchar sus cd's realmente me gustaba Demi) que iba a ahorra lo suficiente para poder comprar la entrada e ir al concierto. Llegó la primera semana de Abril, y alcancé el dinero aproximado que necesitaba para comprar la entrada, por lo menos, la más barata del concierto. Hablé con mi amiga, y decidimos ir juntos a comprarla. El día de la compra, discutí con mi mamá, porque no me dejó ir. No voy a contar específicamente por qué no me dejó, porque es muy, pero muy personal. Pero básicamente no me dejó. Y mi padre estuvo de acuerdo con mi madre. Tuve un pelea tan fuerte, que hasta el día de hoy, no le dirijo la palabra a mi mamá. A lo sumo, le hablo, pidiendo tarjeta de colectivo o diciéndole 'chau' porque a veces no me dan ni ganas de decirle 'hola' de cuando llego a la escuela. En fin, ése día estuve mal, muy mal. Y hoy peor, ya que estoy llorando porque quería ir a ése concierto. Las cosas más feas después de mi pelea con mis viejos fueron, en primero, decirle a mi amiga que no podía ir, a días del evento. Éso me mató. Yo podía verle en su rostro su cara de tristeza y con ganas de llorar cuando le dije éso apenas la vi. Y segundo, fue la impotencia y el sufrimiento de saber de que no fue mi culpa de que no podía ir al concierto. Había hecho todo lo que podía hacer, y era juntar la plata por mi mismo, y no pidiendo ningún centavo a mis padres. Y saber que no por un tercero no podía ir, me mataba. Me mata, en realidad. No sé lo que va a pasar, pero sé que todo pasa por un razón, aunque no nos guste. No me gusta saber que una de mis recientes cantantes favoritas está en mi país. Es más, preferiría saber que no vino, que pasó algo. Pero ya está, hay que seguir. Sé que de todo se aprende, fuese bueno o malo. Pero no sé qué cornos, aprender o sacar provecho de ésto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario